La Declaración de Seúl

 

Crisis mundial y economía social

La crisis financiera de 2008, que condujo a la crisis económica europea de 2011, ha provocado inestabilidad en Asia y en los países ricos. Es innegable que la excesiva confianza puesta en la libertad de mercado y la falta de regularización de la mundialización financiera nos han llevado a la ruina.

La crisis ha causado desigualdades salariales y exclusión social y con ello han llegado un conjunto de retos sociopolíticos. También nos hallamos ante graves problemas ecológicos debido a la dependencia de los hidrocarburos fósiles. Problemas tales como el calentamiento del planeta, la destrucción de la diversidad biológica y la crisis energética y alimentaria amenazan en estos momentos el futuro de la humanidad.

Para hacer frente a esta crisis, han surgido numerosos movimientos en busca de una “economía plural”. Así, el “movimiento por una economía social” nos ofrece la esperanza de resolver la polarización económica, las desigualdades sociales, la exclusión y los desafíos medioambientales. Los abajo firmantes creemos en una economía social que ofrezca a la humanidad “un mundo mejor” y “una vida mejor”.

¿Qué importancia tiene la economía social?

La economía social pretende alcanzar simultáneamente la eficiencia, la igualdad y la sostenibilidad basándose en la confianza y la cooperación. La economía social está constituida por cooperativas, empresas comunitarias, empresas sociales (empresas en que el beneficio no se lo llevan unos accionistas), asociaciones crediticias, agencias de microcrédito y organizaciones sin ánimo de lucro. Por supuesto que el sector filantrópico y los inversores sociales son muy importantes. Confiamos en que armonizando la economía social con el sector privado y la economía de mercado seremos capaces de superar la presente crisis económica mundial. La economía social pretende abordar un amplio abanico de problemas: económicos, sociales, culturales y ecológicos, y ello a nivel local, nacional y mundial.

La economía social es una herramienta imprescindible para que personas con dificultades sociales puedan crear puestos de trabajo y recuperar su dignidad. La economía social es especialmente fructífera en el sector de los servicios sociales ya que ofrece bienes relacionales, como educación, atención a la infancia, atención sanitaria y cuidados. Aún más, la economía social es fundamental para el desarrollo territorial sostenible y la seguridad alimentaria. La economía social responde a las necesidades de la población a través de la cooperación entre los miembros de la sociedad. Esa es la base fundamental para que se produzca la innovación social.

Está demostrado que una de las mejores maneras de encarar los problemas ecológicos que nos acechan es generando energía sostenible en las comunidades, movimientos de abastecimiento alimentario local, comercio justo y demás formas de economía social. Dichos problemas pueden resolverse si las economías sociales regionales se comprometen con las instituciones internacionales a poner en marcha medidas tales como la firma de tratados internacionales o la transformación de los sistemas energéticos a nivel nacional.

La economía social es la piedra angular de la participación democrática de base y de la regeneración social y económica de los barrios. El sistema de toma de decisiones y de participación inherente a la economía social es indispensable para superar la presente crisis. Dado que la economía social ofrece maneras de superar la crisis y construir una sociedad más integrada y de engendrar una ética de la solidaridad y la sostenibilidad, su importancia ha ido creciendo significativamente a todos los niveles, con la aprobación de todo tipo de instrumentos normativos: desde reglamentos para individuos a convenciones internacionales.

Red mundial de economía social: hacia una convergencia global

El desafío al que se enfrenta la humanidad no lo puede resolver un país solo. Ese es el principal motivo por el que creemos en la solidaridad general para resolver los problemas del mundo. Debemos crear una red multilateral internacional que englobe regiones y países para sentar las bases de la solidaridad económica social mundial.

El Foro Global de Economía Social celebrado en 2013 es un lugar para compartir ideas y experiencias, un lugar para imaginar colectivamente un paradigma de economía social para el futuro con los principales agentes sociales de todas partes del mundo. Estamos ante una oportunidad única de apoyar el crecimiento de la economía social y participar en sus planes de futuro.


Los firmantes se comprometen a:

  1. Los gobiernos locales, a fomentar las alianzas público-privadas-colectivas con el objetivo de construir una red de economía social sostenible y la cooperación entre los principales agentes económicos de la comunidad.
  2. Reconocer la importancia creciente del empoderamiento ciudadano y a apoyar el papel preponderante de las comunidades en la economía social con toda su diversidad y máxima extensión.
  3. Difundir las bondades de la economía social y a poner en marcha programas de aprendizaje adecuados para los distintos grupos de población de manera que puedan compartir lo aprendido.
  4. Redactar conjuntamente un libro de texto oficial sobre economía social así como a elaborar programas de educación cívica para estimular la economía social, que puedan incrementar la influencia y capacidades de la sociedad civil.
  5. Compartir cuantos anhelos y experiencias  contribuyan a la innovación social, así como a operar activamente un programa de intercambio que enriquezca la formación del personal en economía social. 
  6. Intercambiar información sobre economía social por internet y demás vías de comunicación, así como a someter a debate los resultados de los proyectos de economía social emergente a medida que se obtengan. Igualmente, nos comprometemos a instar a los gobiernos a que ajusten sus políticas a dichos resultados.
  7. Fomentar el estudio de modelos de desarrollo que comprenden políticas públicas y promueven la armonía entre la economía social, la economía de mercado y las finanzas públicas.
  8. Apoyar a las asociaciones que representan a los actores de la economía social, y a las organizaciones que les dan servicio, así como a reconocer el papel principal que desempeñan dichas asociaciones a la hora de determinar la dirección que toman las actividades de la economía social, y el trabajo que hacen en la promoción de proyectos cooperativos.
  9. Reconocer la responsabilidad que tenemos para con los países en vías de desarrollo, que están experimentando un grave subdesarrollo y pobreza y persiguen una solución integrada a sus problemas económicos, sociales, culturales y medioambientales que pasa por la cooperación descentralizada.
  10. Apoyar la promoción conjunta y el desarrollo de actividades de economía social así como la formación de un comité consultivo mundial que apoye los programas y el crecimiento. Otros movimientos sociales como grupos feministas, sindicatos, ecologistas y de defensa de los discapacitados serán invitados a participar en el proceso.

Con el objetivo de sentar las bases del comité consultivo mundial, el secretariado provisional estará situado temporalmente en la ciudad de Seúl, donde se celebrará también una reunión general en 2014. Todos aquellos que deseen formar parte del comité deberán colaborar para establecer un plan de acción específico que tenga por objetivo promover el proyecto y elegir una ciudad candidata en la reunión general del 2014.

 

El Foro Global de Economía Social,
reunido en Seúl del 5 al 7 de noviembre de 2013.

 

La Declaración de Seúl ha sido adoptada en la ciudad de Seúl.